12 cosas que me enseñó la muerte
1) Cuando muere alguien que amo,
desaparece lo superfluo de mi vida, por un instante puedo sentir el amor y el
perdón.
2) Cuando muere alguien que amo, mis
miedos se desvanecen por un instante y hago actos de altruismo y valor,
desconocidos en mí.
3) Hasta que murió alguien que amo,
pude comprender el sufrimiento de otros con experiencias parecidas.
4) Cuando muere alguien que amo, doy
las gracias por lo bueno que trajo a mi vida y de lo malo ni me acuerdo. Me
llama la atención de que en vida, hacía exactamente al revés.
5) Cuando muere alguien que amo,
comprendo que lo importante de la vida, es compartir, escuchar, impulsar y
amar. Me llama la atención que no recuerdo a la persona que murió por los
regalos ni lo material, sino por el tiempo que convivimos juntos.
6) He visto sorprendido, que muchas
personas no tiene acceso a estas mismas experiencias, pero que la vida es tan
generosa, que les brinda repetidamente la experiencia de ver personas que ama
morir, para por fin entender uno de los más grandes secretos de la vida.
7) Pude comprender que las personas se
sienten vacías, cuando se enfocan en el hacer, en el trabajo y descuidan la
convivencia. El espíritu se alimenta del amor que nace de la convivencia ¿Cómo
voy a sentirme feliz aunque sea rico, si dejo de disfrutar y amar a las
personas?
8) He visto a personas a punto de
morir, que lo único que quieren es pasar el tiempo con las personas que aman y
darles las gracias. Dejan de quejarse, aceptan y aman.
9) Me he dado cuenta, que aunque ame a
la persona que se va, en el fondo no lloro por ella, sino por mi dolor de
sentirme abandonado, de que no me preparara para su partida, de que me dejara
muchas responsabilidades. Es un dolor egoísta en verdad. Sorprendido de haberlo
descubierto.
10) Cuando muere un atardecer, puedo
recordar esos tonos rojos en mi corazón. Cuando voy de viaje y tengo que
partir, es una pequeña muerte, pero llevo dentro de mí los recuerdos, el dolor
y el agradecimiento por los momentos vividos.
11) Y después de la muerte ¡sigue la
vida! un nuevo día, una nueva pareja, un nuevo lugar que visitar, bebés que
nacen.
12) Lo malo, es que se me olvida y
tengo que recordármelo una y otra vez.
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